Pero las cosas cambian, seguro que después de el final de el cuento de hadas, la princesa termina siendo un objeto y el principe estará sentado en un trono por el resto de su vida, el caso es que nada será igual.
Y así fue, las cosas cambian, la gente cambia, los problemas cambian.

Unos para bien otros para mal.
Y mientras la reina se volvía a mantener en pie, las piezas del perfecto rompecabezas que hacíamos dejaron de encajar, una por un lado y otra por el otro.

Es en pensar, que estaríamos siempre unidas, aunque la distancia nos separara, aunque hace poco tiempo me di cuento que en realidad eso era imposible, pero yo estuve manteniendo mi promesa hasta que tú la olvidaste.
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