Los mares se alzaban cuando yo lo ordenaba.
Ahora en la mañana yo barro solo.
Yo solía tirar el dado.
Y sentir el miedo en los ojos de mi enemigo.
Escuchaba como la gente cantaba.
Ahora el viejo rey está muerto ¡Larga vida al rey!
En un minuto tenía la llave.
Al siguiente las paredes se cerraban sobre mí.
Y descubrí que mis castillos estaban construidos.
Sobre pilares de sal y arena.
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