Desde el que tiene que vivir debajo de un puente porque le han arrebatado todo lo que tenía, hasta el más rico, que vive una crisis de un vacío espiritual que ni pagando al más famoso de todos los monjes budistas del mundo, podría solucionar.
Incapaz de ser estable, de sentir igual cada amanecer, de acostumbrarme a otro, de encantarle fácilmente pero desencantarme en un abrir y cerrar de ojos. Soy palabras, signos, que retratatan hechos,buscando manos que los convierta en literatura que una persona sea capaz de comprender.
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