Esperaba que no acabara nunca, pero está claro que NADA es eterno.
Preferiría que me escogieran para tributa en "Los Juegos del Hambre" antes que empezar las clases y sentir el aire fresco y frío del otoño empezar a tropezarse entre mis brazos.
Ya sólo me quedan 14 días para sentir la libertad cada vez que doy un paso por la calle.
Sólo me queda decir que agosto se me hizo largamente corto. Fue un mes impresionante, no lo voy a negar. Para mí es el mejor mes del año y el de éste sin duda no lo va a cambiar.
Volveré a la misma rutina de antes. Entrar en la misma casa sola todos los días, coger el ordenador y salir corriendo para no llegar tarde a entrenar.
Entrenar es lo único que me alegra. Tengo un mono de cancha enorme. Tengo unas ganas inmensas de coger un balón decente de volleyball, de tirarme para que éste no llegue a tocar el suelo. Simplemente, tengo ganas de sentir esa sensación de felicidad.
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