Mientras ella soñaba con ser "su chica", él ya tenía un largo historial de el cual muchas ya lo habían sido.
Quería ser "su princesa", "su amada", quería que el viniera y la rescatara. Mientras tanto él, era un zorro disfrazado de príncipe azul, buscando a su próxima presa, y la encontró.
La chica se lo creyó y cayó, él, una vez lo consiguió, se rió y se marchó, dejando atrás las sobras de un corazón lleno de confusión. La chica aguantó y aguantó y se cansó, y una llama de odio en su interior se iluminó.
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