Estaba en el bus, sentada, al lado mio quedaba un sitio libre, un hombre negro se acercó para sentarse allí, pero decidió que no, en cambio le cedió el lugar a una mujer blanca, mientras me decía a mi mejor me quedo de pie; ella lo miró de arriba abajo, en parte, con un poco de desprecio y accedió a hacerse en aquel sitio, mientras el hombre, siempre llevaba una sonrisa en la cara.
Unos cuantos minutos después, el hombre negro le preguntó algo a un señor mayor, no llegué a escuchar el qué, pero vi como el anciano asentía, le miraba mal, y luego miraba hacia otro lado hablando con las personas de su al rededor.
Vi como muchas personas en ese bus le miraban, como si no fuera igual a los demás, mientras tanto, el hombre siempre estaba sonriendo e intentando hablar con algunas personas más.
Cuando llegó a su parada, en el momento en que se abrió la puerta, se dio media vuelta hacia mi, me dijo adiós y como no, me sonrió.
Obviamente yo también me despedí de aquel señor que en mi vida había visto. Pero apuesto lo que sea, a que ese hombre mejor persona que la mitad de las que había en ese bus.
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