miércoles, 4 de enero de 2012

Cuando las cosas cambian...

Y así es todo era de color rosa, en mi caso, era mi mejor amiga, la persona a la que más me había costado ganarme, la que me ayudaba, me apollaba, la que estuvo hasta el última día conmigo, y la que estuvo en la caída de la reina.
Pero las cosas cambian, seguro que después de el final de el cuento de hadas, la princesa termina siendo un objeto y el principe estará sentado en un trono por el resto de su vida, el caso es que nada será igual.
Y así fue, las cosas cambian, la gente cambia, los problemas cambian.
Y más cuando miles de km te separan, y cuando te vas, le pierdes el hilo a las cosas, ya no puedes estar en dos sitios a la vez, cambias, entras en un mundo nuevo y por supuesto llega el momento de cambiar y madurar.
Unos para bien otros para mal.
Y mientras la reina se volvía a mantener en pie, las piezas del perfecto rompecabezas que hacíamos dejaron de encajar, una por un lado y otra por el otro.
Parece que una está cada vez peor que la otra, ahora no es por nada, no sé si fue porque una de las piezas se fué o simplemente por que así debería de ser, también pienso que hice bien en irme, y que en por ahora, no volver...
Es en pensar, que estaríamos siempre unidas, aunque la distancia nos separara, aunque hace poco tiempo me di cuento que en realidad eso era imposible, pero yo estuve manteniendo mi promesa hasta que tú la olvidaste.

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