Y me dijo que tenía que pensar más en mí. Hacer lo que me hace feliz.
Me preguntó qué si hacía lo que de verdad quería.
Me preguntó si vivo como realmente quiero.
Me preguntó si vale la pena dejar todo atrás por un deseo.
Y ahora me lo planteo, y ya no estoy segura de lo que de verdad pienso.
Sólo hay única verdad, y entre tantas sombras de reproches y engaños.
La perdí. Ahora es más difícil encontrarla que descifrarla.
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