Hola pequeñas

      Hola preciosa, sé que estás leyendo esto.

      En esta noche te voy a mandar los deberes. Ni quiero que seas una mala estudiante ni que faltes con ellos.

    Quiero que antes de irte a la cama te mires en el espejo. Si, mírate y piensa en cómo has aprovechado el día porque, aunque no lo creas, de una manera u otra lo has hecho. 

      Quiero que después te vayas a la cama y que pienses que mañana será un gran día porque todos los días son igualmente bonitos, aunque no lo sepas.

      Quiero que, cuando te levantes, al día siguiente, vayas directamente al espejo, a ver lo guapa que eres. 
Quiero que te fijes bien en ti, en todo, en tu manera de ser y de pensar. Quiero que te levantes y te mires, y digas: "Qué guapa soy, qué guapa soy, qué guapa soy. Soy perfecta". 

      Quiero que hagas esto todos los días, porque sé que te vas a sentir bien haciéndolo. ¿Sabes por qué? Porque es la verdad preciosa, y la verdad nada ni nadie puede cambiarla.

Porque todos somos perfectos, el destino nunca comete errores y menos los va a cometer contigo.