Lo demás es temporal

      Tendrás que perdonarme cada vez que quiera tener la razón y no la tenga, cada vez que me ría de ti, cada vez que te odie, cada vez que no te vaya a pedir perdón y cada vez que esperes un "te quiero" y no te lo dé.
      
      Vas a tener que aguantar mi orgullo eternamente.
      Vas a tener que aguantar mi ironía y mis cortes automáticos. 
      Vas a tener que aguantar que no me apetezca estar contigo sin razón alguna.
      Vas a tener que aguantar que no te cuente si lloro y, mucho menos, que te diga el por qué.

      Vas a tener que aguantar todas mis perfectas y preciosas manías. 
      Vas a tener que aguantar que llegue tarde y, aún así, odiaré que llegues tarde.
      Vas a tener que aguantar que no te hable y que te pregunte por qué no me hablas. 
      Vas a tener que aguantar que no te de todo el cariño que esperas. 
      Vas a tener que aguantar que no te de todo lo que esperas, pero sí esperaré que tú me lo des.
      Vas a tener que aguantar que te insista en preguntarte por qué estás mal y escucharé sin rechistar, pero me iré a penas me preguntes "¿qué tal estás?".
      Vas a tener que aguantar que no te dé NADA si no me apetece y, en cambio, te daré todo y más cuando quiera.
      Vas a tener que aguantar que no aguante que me mandes a callar.
      Vas a tener que aguantar mis contradicciones y que pague mi mal humor contigo.
      
      Pero, aún así, pasando de todo lo demás, te prometo que te querré con todas mis fuerzas. Intentaré darte lo mejor de mí, pero no te prometo nada. Aguantaré todos y cada uno de tus maravillosos defectos y te perdonaré incluso sin que me pidas perdón.
    

Porque todo lo demás es temporal, pero el sentimiento es eterno.